Por Maria Gabriela Fernandez @mariagfernandez, Actualizado el 03 de marzo de 2017 09:30 AM

La creación plástica de Vicente Antonorsi (Caracas, 1952) se erige en el punto exacto en el que convergen la escultura y la arquitectura. Sus obras tridimensionales pueden ser, al mismo tiempo, columnas y vigas con valores estéticos, o piezas geométricas reinantes en sus ángulos, habitables en la diversidad de sus escalas.

Catorce de las obras más recientes de Antonorsi serán expuestas a partir de este domingo en la galería Espacio Monitor, del Centro de Arte Los Galpones, en Los Chorros. En la muestra, titulada Angulares, predomina el abordaje del triángulo y la pirámide como figuras geométricas que, en la mayoría de los casos, fueron obtenidas por el artista a partir de la segmentación meticulosa de cubos o paralelepípedos, o de la extensión (y el cruce) de líneas sobre rectángulos.

Las figuras de Antonorsi distan de ser presentadas en seriados convencionales. Sus esculturas se extienden por igual en los espacios físico e imaginario, en los que él parece trabajar sin distinción para poder explorar las posibilidades del objeto tridimensional. Algunas de sus pirámides, explica el artista, pueden ser, por ejemplo,  ángulos de cubos que atraviesan las paredes, detenidas en su movimiento, a la espera de ser reconstruidos por la mente del espectador.

De esta manera, sus estructuras habitan el espacio, pero también lo expanden. A veces, los triángulos que representa en su muestra son tangibles (construidos con madera, metal o piedra) pero también pueden ser intangibles (logradas por el vacío que resulta de los cortes diagonales sobre el material).

Estas nociones amplias sobre el espacio y lo geométrico se encuentran fundamentadas, sobre todo, en el ejercicio simultáneo de las dos disciplinas de las artes plásticas (escultura y arquitectura) que Antonorsi ha desarrollado durante las últimas tres décadas, así como a su formación en el mundo textil, con la que se inició en su juventud. Así lo explica el artista en plena sala, mientras se ubica en el interior de su pieza Columnas angulares: «Aunque mucho en mi obra es racional, también digo que estas manos mías  van conectadas con lo que tengo en mi subconsciente (…) Mis inquietudes se integran en obras como ésta, que son a la vez esculturas y elementos que se pueden habitar. Aquí, las columnas están hechas con varias láminas de madera contrachapada, cortadas y puestas una encima de la otra, y esto también genera líneas delgadas, tramas que evocan al tejido».

Los títulos de sus obras hablan también sobre la relación entre las disciplinas que distinguen a Antonorsi: Además de las columnas, se encuentran también, por ejemplo, dos piezas horizontales a las que resolvió dar el título de Vigas. Todos se relacionan con la construcción.
Incluso, el artista plantea que algunas de las piezas que presenta acá en pequeña escala podrían ser representaciones de edificios potenciales en miniatura. Ocurre así, comenta, con sus seriados de cubos intervenidos, que parecen a la vez letras o tipos pertenecientes a algún alfabeto personal ubicados en línea (como si de una palabra se tratara) o bien el panorama de una ciudad compuesta por edificios modernos.
Consultado sobre su concepción del espacio, Antonorsi declara: «El espacio es el sitio donde yo quiero trabajar todos mis elementos y componerlos dentro de él. Es el escenario de la vida toda. Es el cuaderno sobre el que escribo mis letras».

La búsqueda de lo armónico

Con todo y lo abstracto que puede resultar la expresión de lo geométrico, Antonorsi añade que en esta exposición hay también una invitación a la coexistencia. Aunque sus obras fueron elaboradas de forma individual, funcionan como un todo al ser ubicadas en la sala. «Lo importante, para mí, no son solo las obras, sino la forma en la que cohabitan, cómo una puede enmarcar a la otra si son vistas desde cierto ángulo, o cómo cada una complementa su sentido al ser ubicada frente a otra. Todas se necesitan, todas forman parte, y eso también es una  manera de pensar que pertenece a mi vida».

De esta manera, incluso la estructura de la galería Espacio Monitor termina por jugar un rol en esta muestra, con lo que  Antonorsi pretende hacer notar que «arte y arquitectura se integran realmente no cuando una es ubicada dentro de la otra, sino cuando se siente que ninguna podría existir sin la otra». La muestra podrá ser visitada hasta el 21 de mayo pero, entre tanto, el artista planea inaugurar también un mural en Los Galpones, en homenaje al poeta Rafael Cadenas, que llevará por nombre Mensajes de texto. «Lo que digo con más propiedad en mi vida, se lee en piezas (o letras) como esas», concluye sonreído.